viernes, 1 de abril de 2011

ZEN

Zen (禅) es el nombre en japonés de una tradición del budismo Mahāyāna, cuya práctica se inicia en China bajo el nombre de Chán (禪).
Es una de las escuelas del budismo más conocidas y apreciadas en Occidente. Con el popular nombre japonés Zen suele aludirse en realidad a un abanico muy amplio de escuelas y prácticas de este tipo de budismo en toda Asia.
Las principales escuelas del budismo Zen propiamente japonés son Rinzai, Sōtō y Obaku. Se distinguen por su especialización en distintas técnicas de meditación como el kōan o el zazen.

Como toda escuela budista, el Zen tiene sus orígenes en India. La palabra Zen es la lectura en japonés del carácter chino chán (禪), que a su vez es una transcripción del término sánscrito ध्यान dhyāna, traducido normalmente como "meditación". La influencia de esta escuela llegó hasta Corea, en donde se llama son, y también hasta Vietnam, en donde se conoce como thiền. Nótese que los nombres antes mencionados (a excepción del sánscrito) son distintas pronunciaciones del mismo ideograma chino.

El desarrollo del Zen parte pues de una noción doctrinal en los sutras budistas del mahayana en donde se afirma la preeminencia del cultivo de dhyana como la vía preferente para conseguir el nirvana.1 El budismo primigenio observaba una progresión en distintos estados de la meditación o jhanas2 que suceden en un cultivo gradual del practicante. En este contexto, el Zen afirmará la existencia de un acceso directo y espontáneo al último y superior de todos ellos - aquel que precede inmediatamente a la experiencia del nirvana - sin necesidad de experimentar los anteriores, mediante vías de acceso espontáneas y que son ajenas a la intelectualización de lo aprendido o a una noción de crecimiento gradual en el perfeccionamiento espiritual. El Zen es por antonomasia la tradición budista de la intuición y la espontaneidad.

El chán
El Chan se desarrolló en China, donde el budismo se asentó desde el siglo I. Al principio era una mera transposición del budismo indio, entre cuyas principales actividades estaba la traducción y el estudio de textos. Progresivamente se desarrollan varias escuelas del budismo, una de las cuales es la escuela Chán. Se considera que las formas tempranas del budismo Chán surgen en el siglo VI a partir de la influencia de diversos sūtras o textos sagrados del budismo mahāyāna, todos ellos de procedencia india, a los que más tarde se les añadirá una serie de apócrifos. Entre estos textos principales está el Prajñā pāramitā (sección del canon del mahāyāna que contiene distintos sūtras famosos, como el "del Corazón" y el "del Diamante"), el Despertar de la Fe atribuido a Aśvaghoṣa, el Sūtra de Vimalakīrti o el Sūtra del Lankavatara. Un apócrifo fundamental en la tradición Zen es "El Sūtra de la Perfecta Iluminación".3


Estatua a la entrada del monasterio Shaolin de Henan, donde se inició el budismo Chán.
Aunque la práctica Zen incluye el estudio de los sūtras y otros textos, el carácter directo e intuitivo de este tipo de tradición budista los sitúa en un segundo plano, ya que no los considera capaces de provocar por sí solos el despertar. En cambio, se anima al discípulo a mantener su atención en el momento presente, confiando en la sabiduría innata de todo ser humano para realizar todo su potencial.

Esta noción es influencia directa del budismo mahāyāna, cuyos textos desarrollan la idea del Tathāgatagarbha o "matriz de la iluminación". Esta idea, implícita en la difusión de la prajñā pāramitā, se ampliará poco tiempo después con la aparición de diversos sūtras. Se subraya el carácter innato de la budeidad en todo ser vivo, lo cual ejercerá una influencia crucial en el budismo chino, japonés y de todo el sudeste asiático. La importancia radical en esta idea es que reconoce la posibilidad de que los laicos alcancen un nivel espiritual tan alto como el de un monje. Este concepto ha sido fundamental en la expansión del mahāyāna y, consecuentemente, también del Zen.

La efervescencia de estas ideas en el budismo temprano de China tiene lugar como reacción contra una excesiva erudición e intelectualismo presentes en el budismo chino de entonces, aunque recibirá a su vez la influencia directa de varias de esas escuelas centradas en el estudio, como la Tiāntái o la Huáyán. Estas escuelas harán surgir un nuevo estilo de práctica y de entender la enseñanza, centrado en una vía intuitiva y directa que pretende propiciar cierto estado mental (el Samādhi o Kenshou) previo al completo despertar espiritual o nirvāṇa.

Por lo tanto, este nuevo tipo de budismo se centra en el cultivo de la mente o meditación, cuya traducción china es la palabra chán. En chino, a esta escuela se la llama directamente "Escuela de meditación" (Escuela del Chan). El resto de escuelas dedicaban buena parte de su tiempo al estudio de textos, ya que consideraban que su lectura entrañaba la acumulación de méritos para el despertar.4 La escuela del Dhyana estableció un nuevo enfoque, en el que el cultivo de la propia mente se convierte en el centro de la práctica budista.
EES
Jean c VACA B

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