viernes, 1 de abril de 2011

ESCUELA DE LA MODERNA

Escuela del Principio 
La especulación metafísica del siglo XI fue sintetizada en el siglo XII por el gran neoconfuciano Zhu Xi, que desarrolló las doctrinas de la escuela del principio. En el siglo XIV estas doctrinas fueron adoptadas para las pruebas de admisión en el servicio civil imperial y permanecieron iguales hasta 1905. Esta escuela mantenía que todas las cosas estaban compuestas de dos elementos: principio o ley (li), que era un reflejo del Gran Absoluto (Tai-chi), y materia (ch'i). A través de la investigación de las cosas, que vino a ser el estudio de los asuntos humanos de acuerdo con los clásicos, y a través del autoconocimiento, uno podría llegar a la materia y comprender el principio. Este estudio llevaría a un entendimiento de todas las cosas y, al mismo tiempo, acentuaría el principio (la naturaleza humana buena en esencia) y minimizaría el ch'i (las propensiones físicas) en la mente de cada uno. Así instruido, el individuo podría entender los asuntos del Universo y dominarlos mediante el poder de la virtud personal.

Escuela de la mente
La neoconfuciana escuela de la mente (hsin) surgió en los siglos XI y XII, pero hasta el siglo XV no encontró un divulgador de excepción en la persona del estadista Wang Yang-ming. Siguiendo las primeras enseñanzas de la escuela, Wang mantenía que la mente no era una combinación de li y de ch'i sino sólo li, o principio. Puesto que la mente era principio puro, sin las trabas del ch'i, contenía la bondad esencial de la naturaleza humana. Por lo tanto, todos tenemos conocimiento del bien de forma innata y sólo necesitamos buscar en nuestras mentes para encontrarlo. Wang afirmaba también que el conocimiento bueno y verdadero ha de tener una consecuencia práctica. Esto le llevó a la conclusión de que conocimiento y acción forman una entidad inseparable. Abogó por una filosofía que arrancara del descubrimiento del principio o del conocimiento de lo bueno en la mente de uno mismo y llevara los impulsos de la mente hacia acciones benéficas para la sociedad. Tras la muerte de Wang, la escuela de la mente se orientó hacia la práctica de la meditación Zen para alcanzar la iluminación. Más tarde, esto llevó a un grupo de sus seguidores hacia el subjetivismo, una especie de respuesta espontánea a todos los impulsos naturales. Esta tendencia se asoció con el debilitamiento del gobierno chino en los últimos años de la dinastía Ming, que concluyó en 1644.

Escuela del saber práctico
Al principio de la dinastía Qing, fundada en 1644, los filósofos confucianos reexaminaron la civilización Ming con la intención de descubrir el punto débil que había provocado su caída. La escuela del saber práctico rechazó tanto la especulación metafísica de la ortodoxa escuela del principio como el idealismo subjetivo de los seguidores de Wang Yang-ming. Impulsaron el estudio renovado de los textos clásicos de la dinastía Han para redescubrir la ética verdadera y las doctrinas socio-políticas del confucionismo. Este estudio provocó un espíritu muy crítico y métodos científicos concretos de verificación de los textos. El mayor filósofo de esta escuela fue Tai Chen que, durante el siglo XVIII, objetó a la enseñanza neoconfuciana que la verdad, o principios, existía en la mente humana y que se podía alcanzar mediante la disciplina mental. Creía que esas enseñanzas habían llevado a una introspección y misticismo excesivos. Además rechazó lo que los demás neoconfucianos habían determinado como verdad o principio por considerarlo como simples juicios subjetivos. Llegó a afirmar que el principio podía encontrarse en las cosas en exclusiva y que sólo podía ser estudiado con objetividad a través de la recopilación y análisis de datos basados en hechos. Estos métodos científicos, sin embargo, no fueron nunca aplicados por la escuela empírica para el estudio del mundo natural: esta escuela se centró en el estudio de los asuntos humanos de la misma forma que lo hicieron los clásicos. El resultado fue un notable saber en los campos de la filología, la fonología y la geografía histórica, pero hubo muy poco conocimiento innovador y no se produjo ningún avance en las ciencias naturales.
EES
JEAN CARLOS VACA 

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